Un hombre de 87 años de edad consultó para el tratamiento de un orzuelo en el párpado superior izquierdo. A pesar de las intervenciones conservadoras, el orzuelo había persistido y la piel se había vuelto notablemente más oscura durante varias semanas. Manifestó picazón pero negó dolor o sangrado. Sus factores de riesgo para cáncer de piel incluyen una historia de exposición prolongada al sol mientras trabajaba como socorrista. Una biopsia del margen del párpado superior izquierdo reveló un lentigo maligno melanoma invasivo, con un espesor de Breslow de 0,35 mm, sin ulceración, y ninguna mitogénesis. El paciente fue remitido posteriormente a la clínica de melanoma para la gestión multidisciplinar de la atención, pero se negó al tratamiento y se perdió durante el seguimiento. El melanoma primario del párpado es poco frecuente, representa menos del 1% de los melanomas cutáneos y menos del 1% de los tumores malignos del párpado. El lentigo maligno melanoma es el subtipo histológico más común de melanoma en el párpado. #Recuerda: El párpado inferior es más frecuentemente implicado que el párpado superior, debido a su mayor exposición a la luz solar directa.
Melanoma maligno de la piel de los párpados: este tipo de cáncer de piel es bastante raro y representa alrededor del 1% de todos los cánceres de párpado. Estas lesiones suelen ser parduzcas o pigmentadas, pueden crecer y cambian de tamaño con el tiempo, momento en el cual han de extirparse por completo.
Melanoma conjuntival: cáncer de ojo raro que afecta a la conjuntiva, el recubrimiento mucoso del párpado. Aunque el melanoma surge con mayor frecuencia en la piel, también puede aparecer en el interior del ojo, así como en la superficie del ojo y los párpados. Los melanomas conjuntivales suelen desarrollarse como una zona pigmentada (oscura) en la conjuntiva. El cáncer también puede surgir a partir de una peca o nevo en la conjuntiva o aparecer sobre tejido sano.
Melanoma uveal: cáncer de ojo infrecuente que aparece en una estructura del ojo denominada úvea. La úvea contiene células productoras de pigmento (color) llamadas melanocitos. Cuando estas células se transforman en cancerosas, el cáncer se denomina melanoma. La úvea se divide en tres partes: iris, cuerpo ciliar y coroides. La localización más habitual de este tipo de cáncer es la coroides (melanoma coroideo), que es la parte posterior del ojo situada bajo la retina. Los pacientes no siempre tienen síntomas en el momento del diagnóstico. Algunos experimentan pérdida de visión, visión borrosa, destellos y moscas volantes (un objeto en el campo visual).
Carcinoma de glándulas de Meibomio: también llamado carcinoma de glándulas sebáceas o de “células sebáceas”, este tipo raro de cáncer de ojo afecta principalmente a las glándulas de Meibomio de los párpados. Se trata de glándulas que normalmente producen la capa oleosa de la película lagrimal, la capa de líquido que recubre el ojo. El carcinoma de glándulas de Meibomio puede confundirse con enfermedades no cancerosos como el chalazión, un pequeño quiste conocido más comúnmente como “orzuelo”. Cuando un “orzuelo” no cura con tratamiento médico o drenaje quirúrgico, debe realizarse una biopsia para evaluar si se trata de un carcinoma de glándulas de Meibomio.
Carcinoma espinocelular: aunque esta forma de cáncer de piel aparece con menos frecuencia que el carcinoma basocelular, es más agresiva. Puede diseminarse a los ganglios linfáticos próximos y otras partes del cuerpo. El principal tratamiento de estos tumores es la extirpación quirúrgica. Puede utilizarse radioterapia u otros tratamientos cuando se encuentra afectada una zona extensa o cuando la zona cancerosa no puede extirparse completamente. Además, puede utilizarse cuando hay otras características de alto riesgo, como afectación de nervios.
Carcinoma basocelular: más del 90% de todos los cánceres de párpado son carcinomas basocelulares (CBC). El CBC es un tumor canceroso del tejido cutáneo, concretamente de las células basales, y aparece generalmente en forma de bultos pequeños, firmes y elevados con una lesión en el centro. Los párpados inferiores se ven afectados en más del 70% de los casos, seguidos del ángulo del ojo, el párpado superior y el ángulo lateral del ojo. Este tipo de cáncer de ojo puede causar daños importantes en la zona afectada y puede recidivar (reaparecer) en la misma zona o en la vecindad si no se extirpa suficientemente. Sin embargo, estos tumores no suelen diseminarse a los ganglios linfáticos u órganos distantes.